La aprobación británica de licencias de exportación de armas a Israel cayó en picado tras el inicio de la guerra contra Gaza, con un descenso de más del 95 por ciento en el valor de los permisos concedidos para la venta de material militar a su aliado.
Las cifras, de las que no se había informado anteriormente, se basan en la información facilitada por funcionarios del gobierno a la agencia Reuters new y en datos de la Unidad Conjunta de Control de Exportaciones del Departamento de Negocios y Comercio.
A diferencia de Estados Unidos, el gobierno británico no entrega armas directamente a Israel, sino que expide licencias para que las empresas vendan armamento, con la intervención de juristas para determinar si se ajustan al derecho internacional.
Miembros del Parlamento británico y grupos de derechos humanos han criticado al gobierno por la falta de información pública sobre las ventas de armas a Israel desde el inicio del conflicto. Algunos países, como Italia, Canadá y Holanda, han impuesto restricciones a las exportaciones de armas a Israel debido a la preocupación por el uso que se les pueda dar.
Estados Unidos y Alemania aumentaron las ventas de armas a Israel tras el inicio de la guerra con Hamás.